Música y pandemia
Autor: Maestro Mario Rocha
El 31 de diciembre de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió reportes de presencia de neumonía de origen desconocido en la ciudad de Wuhan, en China. Rápidamente, a principios de enero de 2020, las autoridades de este país identificaron la causa como una nueva cepa de coronavirus y de manera vertiginosa se expandió por todo el globo terráqueo, afectando a diversos sectores de la población mundial, la cual no estaba preparada para enfrentar las consecuencias que conllevó el confinamiento de las personas, mismo que fue exigido por los gobiernos de cada país. Situaciones adversas como el desempleo, cierre de negocios (restaurantes, iglesias, centros de enseñanza, etc), provocó un deterioro en la economía familiar de la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo, trayendo con ello diversos problemas psicológicos en los individuos; la preocupación y depresión embargó a gran parte de la sociedad por no tener los medios económicos necesarios para enfrentar ésta crisis que fue un flagelo desde su inicio y que se ha prolongado hasta la fecha sin tener un horizonte claro y favorable que pueda aplacar la angustia.
Dentro de esos sectores, uno de los más vulnerables se encuentra el arte, y con ello la música en todos sus estilos, tanto a nivel popular como clásico. A pesar de las desventajas que tiene el gremio en las posibilidades de sobrevivir de su arte día a día, sumado a la inexistencia de contrataciones al inicio de la pandemia, fue generoso a como siempre lo ha sido, allí estuvo desde el inicio para brindar la mano animando a las masas desde sus dispositivos, haciendo transmisiones de conciertos y presentaciones con canciones y temas para animar, reflexionar, pensar, transformar, a través de las diferentes plataformas que brindan las redes sociales como Facebook, Instagram, Youtube, entre otras. Allí estuvo el gremio artístico, solidarizándose desde el inicio, haciendo conciertos y presentaciones sin cobro alguno, dando a como siempre lo ha hecho, parte de su vida (su tiempo) para compartirlo con los demás.
Hoy vemos como se hace todo lo posible para que la economía no se siga deteriorando, y observamos como el transporte público se llena en todos sus asientos sin importar el distanciamiento social de por lo menos un metro de persona a persona, y da lo mismo si eres de la misma burbuja o no, pero si un músico va a hacer una transmisión debe de cumplir todo el protocolo exigido. Los restaurantes se llenan y todas las personas hablan en sus mesas sin necesidad de cubrirse sus bocas, pero el músico no puede cantar o ejecutar un instrumento de viento por la saliva que se expulsa al hacerlo. Las iglesias igualmente tienen restricciones en el ingreso de la feligresía en cada celebración, el cual se ha venido flexibilizando de 150 a 300 personas participando por celebración, pero el músico no puede animar la misma dentro del templo porque su saliva puede contaminar, debe hacerlo desde la sacristía, o bien, por otro medio que sustituya su presencia física dentro del templo. He puesto tres tipos de ejemplo en donde no hay equidad en el tratamiento del protocolo, y para colmo, se suma a todo ello, la imposibilidad de realizar conciertos en vivo. Los artistas en todo este año, hemos carecido del calor cercano del público y lo seguimos padeciendo. A pesar que se van abriendo todos los otros sectores de la economía, los teatros aún permanecen cerrados, solamente se atiende la posibilidad de realizar conciertos sin público en la modalidad de transmisiones en vivo o para preproducción. ¡¡Y se llega al extremo de obligar a los cantantes a interpretar con cubrebocas a pesar de cumplir con su distanciamiento requerido…!! Aquí hay algo que no está bien... Considero que se expone al cantante a mayores riesgos en contra de su salud al hacerlo de esa manera. Por otra parte, es ilógico exigir al cantante a que utilice el cubre boca y los instrumentos de viento siguen sonando sin ningún problema. A veces creo que todo es una gran locura y alguien o muchos se ríen de nosotros, siendo para ellos su gran circo y fichas de su plan maestro para producir más dinero. ¿Hasta qué punto los medios de comunicación han podido escudriñar y llegar al fondo de la verdad? Realmente los gobiernos están siendo consecuentes y se han preocupado por informarnos verazmente, o son parte de toda esta barbaridad a quienes muchos ya la llaman “PLANDEMIA”?. Por supuesto que es obvio la existencia de un virus contagioso, el cual si no se controla al entrar a tu cuerpo hará estragos que inclusive puede llevarte hasta la muerte, porque te descompensará, desencadenará y evidenciará diversos males en el organismo de uno. Por ello se hizo necesario atender inclusive los consejos de médicos independientes que de alguna manera tenían el conocimiento para ayudar a tratar el mal (enfermedad) de las personas afectadas, ya que con la desordenada información y desinformación que se generó desde el inicio de la crisis, no se sabía ni cómo tratarse, lo que provocó demasiadas e inesperadas vidas perdidas. Ahora vemos hacia atrás en los primeros meses de la pandemia y realmente fue incontrolable y excesivo el miedo que se vendió. Por otra parte, pudimos evidenciar el manejo irresponsable y criminal de gobiernos como el de Nicaragua, en donde expusieron a la población propiciando actividades de aglomeraciones de personas como ferias, carnavales, festivales, etc, para así conseguir rápidamente de manera efectiva la famosa inmunidad de rebaño en la población, lo que provocó un alto contagio del virus y muertes innumerables las cuales el gobierno no las registra como tal.
Viendo esta crisis desde otra óptica, si bien es cierto, muchos no estábamos preparados para este golpe inesperado que provoca el impacto de una pandemia, ha sido también momento para ver nuevas oportunidades y posibilidades de llevar nuestro arte más allá de lo que podíamos hacer antes de que existiera el Covid 19. Ha sido un año duro de aprendizaje y preparación para lo que viene de ahora en adelante, tal parece que lo que se quiere es cambiar la conducta de la humanidad y crear una nueva cultura de consumo. Muchos hemos tenido que aprender a usar mejor las redes sociales, administrar la carrera artística desde las posibilidades que brinda el internet ya que no hay otra manera de hacerlo, aprender a editar audios y vídeos, transmitir en las diferentes plataformas, entre otras cosas. Hemos aprendido a reunirnos sin necesidad de movilizarnos, nos hemos dado cuenta que se puede lograr muchas cosas con las posibilidades que nos brinda la tecnología, la cual nunca sustituirá la presencia y cercanía de las personas, pero es lo que hay por el momento y debemos aprovecharlo.
En este año la mayor parte del mundo resolvió con las vídeo llamadas, la compra por internet, las vídeo conferencias, las clases por internet a través de diferentes plataformas como Zoom, Facebook, Meet de Gmail y hasta el mismo WhatsApp, lo cual abrió las posibilidades de dar clase de música a personas de diferentes partes del mundo. Igualmente, a través de internet, podemos llevar nuestro arte a un público que está esperando por nosotros y dispuesto a pagar por él. Conozco diferentes agrupaciones y artistas independientes que ya están presentando y vendiendo su trabajo de esta manera. He participado en diferentes esfuerzos y los resultados han sido satisfactorios, más cuando se trata de ayudar a otras personas a través de nuestro arte. La última actividad en la cual he participado en este año, es el reciente concierto que dirigí de música lírica titulado Ópera en solidaridad todos somos Nicaragua, transmitido a través de la fanpage Concierto Nica y la web Concierto virtual Nica, a beneficio de los damnificados nicaragüenses en la costa caribe por los huracanes Eta y Iota; realmente es increíble el cómo podés impactar vidas colaborando con tu arte.
Definitivamente, la pandemia vino a cambiar muchas cosas, abrirnos la mente, zarandearnos para reinventarnos, hacer las cosas distinto para tener resultados distintos. Nos enseñó que no hay que esperar algo de nadie, de lo contrario morirás esperando. Muchos fueron los supuestos apoyos que iban a haber a la población vulnerable al inicio de la pandemia, pero desafortunadamente no se logró. En este fin de año los negocios en el país que actualmente vivo (Costa Rica) se cierran a partir de las 7:00 pm, lo cual afecta mi economía porque tenía contrato para amenizar en un restaurante de 7:00 pm a 9:00 pm. Así me ha pasado a lo largo de este año, y estoy seguro que muchos pueden comentar situaciones similares.
Para concluir este escrito, quiero cerrar con algo que me sucedió hoy en la farmacia del seguro social del EBAIS San Pedro de Montes de Oca Costa Rica el cual atiende actualmente en las instalaciones del Hospital Calderón Guardia. Primero que todo el sistema de atención es muy ineficiente, puesto que se juega con el tiempo de las personas, uno debe de ir un día a sacar un boleto para luego otro día ir con ese boleto a retirar el medicamento. ¿No es mejor que atiendan directamente a la persona resolviéndole en un mismo día?, Segundo: hoy que llego a retirar mi medicamento porque ya había hecho el procedimiento del primer punto, me salen con el cuento de que solamente me pueden entregar uno de ellos, porque solo había gestionado un boleto con un consecutivo determinado que corresponde a lo que me estaban entregando, cosa que no me había pasado eso en meses anteriores. Al final, para no cansarlos con la anécdota, les dije que la culpa la tenían ellos porque son los que manejan el sistema y deben velar de que todo se gestione según las indicaciones de la receta extendida por sus médicos, que deben de atender efectivamente a sus clientes (asegurados) y que me quejaría al respecto ya que de balde estoy pagando para que me atiendan tan mal. ¿Y qué tiene que ver esto con el presente artículo? Pues mucho, porque todas las horas que uno invierte en ir a retirar un medicamento el cual ya está pagado y de contra no te lo dan por la ineficiencia de un sistema, viene a quitarte aún más dinero del que ya estás pagando, puesto que podrías invertirlo en horas de trabajo para generar dinero a beneficio de tu economía, o en horas de estudio para tu profesionalización.
Si me has leído hasta aquí, me gustaría me dejaras un comentario al respecto. ¿Te identificas con algo o todo lo que te he contado? Me gustaría conocer sobre tu experiencia en esta pandemia.
Reciban de mi parte el más sincero y afectuoso saludo en ocasión de Navidad y fin de año, esperando que el año 2021 que ya lo tenemos a las puertas, nos sorprenda con cosas positivas para la transformación de nuestras vidas. Les insto a que sigamos adelante preparándonos y produciendo nuevos proyectos para beneficio de nosotros y los nuestros. Hay que seguir adelante en esta nueva normalidad con valentía y decisión.
¡¡¡Que viva el arte… que viva la música…!!!
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